¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1493

Capitulo 1493

Elia acababa de hacer esa pregunta cuando vio a Morfis girar su cuerpo hacia atras y hacer sefias con la mano en direccién a la puen “Cecilia, por aqui!”

Siguiendo la direccién de su sefial, El mire y vio a Cecilia, vestida con una blusa blanca y una falda tubo negra, su cabello negro cafa sobre sus hombros, emanando una elegancia natural, mientras empujabs una silla de ruedas hacia ellos

En la silla de ruedas estaba sentado un hombre. Al principio, la puerta lo ocultaba y Elia no podia ver su rostro, pero cuando Cecilia lo acercé, Elia pudo contemplar claramente el semblante del hombre: cejas como espadas, ojos brillantes, rostro como el jade, su presencia era como la de un ave fénix, imponente y majestuosa.

Vestia un traje negro a medida, y con su sola presencia, todo lo demas parecia perder brillo. Sus ojos profundos la miraban, y el aire a su alrededor pareci6 solidificarse.

Aun sentado en la silla de ruedas, su aura de nobleza y poder no se vefa disminuida en lo absoluto. Al ver al hombre, el corazén de Elia dio un salto violento.

iEra Asier!

;Por qué estaba en una silla de ruedas? jAcaso, aunque habia despertado, habia quedado discapacitado?

Elia miraba fijamente a Asier, olvidandose de reaccionar, su corazén tranquilo ahora latfa con fuerza, como si en cualquier momento fuera a saltar de su pecho.g2

Habfan pasado tres aos, y esta era la primera vez que se encontraban cara a cara en el sentido literal de la palabra.

Sus ojos seguian siendo profundos, como un abismo capaz de absorber el alma de quien se atreviera a mirarlos demasiado tiempo.

Mientras ella lo observaba, la mirada intensa de Asier también estaba fija en ella, haciendo que su corazon latiera mas rapido y su respiracion se entrecortara.

“Cecilia, sefior Griera, han llegado, siéntense por aqui,” dijo Morfis levantdndose para recibirlos. Ramiro también se levanté oportunamente.

La mesa era rectangular, originalmente Ramiro y Morfis estaban sentados en el lado largo, con Elia enfrente. Con la llegada de Asier y Cecilia, tuvieron que redistribuir los asientos.

La silla de ruedas de Asier ocupaba bastante espacio y requerfa de un lado completo para él. Ramiro, analizando répidamente la situacion, se sent¢ al lado de Elia, ya que ella permanecié en su sitio. De esta forma Asier se sent6 enfrente de ellos, y Morfis y Cecilia se sentaron uno frente al otro, asi habia espacio suficiente para todos.

Tomando la iniciativa, Ramiro pidié al mesero que trajera dos juegos més de cubiertos.

Con una sonrisa en los labios, mir6 hacia Asier y le dijo: “Sefior Griera, hace tiempo que no nos velamos. Tres afios, pero veo que sigue teniendo buen aspecto.”

Asier ni siquiera le dedic6 una mirada a Ramiro, su visién sombria y llena de presion segufa fija en Elia

Esa mirada penetrante hacia que Elia casi se sintiera asfixiada.

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Al principio, ella pudo devolverle la mirada con asombro, pero a medida que pasaba el tiempo, la presion era demasiado y tuvo que desviar la vista, bajando la cabeza. Con las manos sobre la mesa, la

izquierda agarraba la derecha, estaba muy nerviosa y confundida.

"Asier, el médico dijo que necesitas mas calcio, deberfas comer algo de camarén,” Cecilia dijo tiernamente mientras colocaba un camarén en el plato de Asier.

;Asier?

La forma en que lo llamé sonaba tan cercana.

Incluso Elia, siendo mujer, se sentfa conmovida al escucharlo; Asier seguramente disfrutaba que llamaran asi.

; Cecilia habia estado cuiddndolo durante todo el Gltimo mes?

El corazon de Elia dolia intensamente.

lo

“Elia, ti también come un poco de camarén. Siempre te ha gustado,” le dijo Ramiro de repente, poniendo un camarén en el plato de ella.

Y ese camaron estaba pelado.

iRamiro lo habia pelado él mismo!

Elia se quedo sin aliento por un momento, mirando inconscientemente hacia Asier.

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