¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1476

Capitulo 1476

Al mediodia, después de almorzar, Elia recibi6 una llamada del profesor de la Universidad de la Capital. Esa tarde habia un examen de cultura y le pidi6 que llegara temprano para no perderse el examen,

Elia respondi6 con prisa, guardé sus cosas en la mochila y se preparé para salir.

Fabio se acercé y le pregunté: “Elia, ;cuando hay que preparar las hierbas medicinales que receté el Dr. Diaz?"

Como Elia tenia que darle el remedio a Asier, era crucial controlar el tiempo de preparacion; debia estar listo y enfriarse a una temperatura tibia antes de darselo a Asier, de lo contrario, el remedio se echaria a perder.

Normalmente, empezaban a cocinarlo después de almorzar y Elia se lo daba a Asier. Pero ese dia, Elia no estaria en casa por la tarde, y si lo preparaban al mediodfa, se enfriarfa dernasiado y perderia frescura.

Elia mir6 el reloj y vio que ya era la una, su examen comenzaba a las dos. Después de darle el remedio a Asier, seguramente llegarfa tarde.

Elia dijo: “Mejor lo preparo cuando vuelva, tomarlo por la tarde sera igual.”

"Esta bien”, respondié Fabio.

Elia se puso la mochila al hombro y sali6.g2

Poco después de que ella se fuera, Benjamin llegé a Villa Serenidad, acompafiado por una persona: Cecilia.

Tan pronto como Benjamin llego, todos los sirvientes de Villa Serenidad se mostraron respetuosos, y Fabio asinti6, listo para servir en cualquier momento.

Benjamin llevé a Cecilia a la habitacion de Asier para visitarlo. El segufa acostado como siempre, pero su rostro lucfa mucho mejor.

Cecilia se par6 al lado de Benjamin, observando a Asier postrado en la cama. Debido a la relacién cercana entre maestro y alumno con Maximiliano, Cecilia habfa visto a Asier con frecuencia y habia hablado mucho con él antes de que cayera en coma.

Asier era ocho afos mayor que Cecilia. Cuando él tenfa veinte afios, ella solo tenia doce. A esa edad, Asier era un joven apuesto y lleno de vida.

Cuando Cecilia era una adolescente, apenas entendfa el amor, pero ya sentfa un carifio especial por Asier, sofiando con casarse con él algun dia.

Pero en aquel entonces, Asier siempre la trataba como una nifia. Cuando ella lo acosaba para hablar, él le decia que fuera a hacer sus tareas.

Pero en ese momento, viendo a Asier inmévil en la cama, el aliento de Cecilia se hizo pesado. Nunca habfa imaginado que un hombre tan grande y destacado, de belleza insuperable y aparentemente capaz de todo, pudiera terminar de esa forma, incapaz de cuidar de si mismo.

Cuanto mayor es la caida de alguien excepcional, mas se lamenta su desgracia.

Benjamin adoraba a Asier mas que a nadie, era su nieto mas preciado. Asier habfa estado postrado tres afios en una cama y el dolor y melancolia de Benjamin eran mas intensos que los de cualquier otra persona.

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Se gird y pregunté a Fabio: “;Asier ya tomé su medicina hoy?”

Fabio asinti6: “Todavia no. Elia sali6 para un examen y volvera por la tarde para preparar el remedio, asegurandose de que Asier tome algo fresco”.

Benjamin se mostré descontento: “Asier siempre se toma el remedio al mediodia, jpor qué cambiarlo a la tarde? ;Qué pasarfa si este cambio afecta el resultado del tratamiento? ;Puedes asumir esa responsabilidad?”

Fabio, asustado, se disculpé: “Sefior, lo siento, fue un descuido. Pero es que Elia se ha ido, y siempre es ella quien le da el remedio a Asier..."

"iMe estas diciendo que Villa Serenidad no puede funcionar sin ella?” Benjamin dijo con enojo. Fabio temblé: “No quise decir eso.”

"Ve a preparar el remedio. Sin ella, habré alguien mas que se lo dé a Asier”, dijo Benjamin de manera concluyente.

Fabio respondi6 rapidamente: “Si, ahora mismo.”

El era solo un sirviente, por supuesto que tenia que seguir las érdenes del patron.

Benjamin era la autoridad més imponente en la familia Griera, y Fabio sabfa que tenia que obedecer.

Pronto, un tazén de remedio tibio fue llevado a la habitacion principal.

Benjamin tomé el medicamento con una expresion seria y le dijo a Fabio: “Sal primero y quédate esperando en la puerta y no dejes que nadie mas entre.”

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