¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1449

Capitulo 1449

Los tres llegaron a la casa del doctor Diaz, donde se encontraba un pequefio altar para rendir tributo a los ancestros. El altar tenfa una pequefia placa, y en el centro habfa un incensario con dos velas a los lados.

Parecfa un lugar sagrado.

El doctor Diaz encendi¢ las velas con un encendedor, sacé tres varas de incienso y las prendié. Hizo una reverencia y luego las inserté en el incensario.

“Floria, ti también pon tu incienso,” dijo el doctor Diaz, volteando hacia Floria.

Sin pensarlo dos veces, Floria imitd los movimientos que acababa de hacer el doctor Diaz y puso su incienso.

Luego, el doctor Diaz sirvi6 seis copas de aguardiente y le dijo a Floria: “Después de brindar con esta copa, seras oficialmente mi aprendiz. Todavia estés a tiempo de arrepentirte.”

Floria arrebat6 dos de las copas, le pasé una al doctor Diaz y con la otra en mano dijo con determinacion: “Si me gustara echarme para atras, ini habria venido! Deja las tonterias y bebamos.” Elia se quedo en silencio.

Floria hablaba de una manera tan desenfrenada, sin ningun tipo de cortesia.g2

Elia temfa que ella fuera a enfadar al doctor Diaz.

Pero para su sorpresa, el doctor Diaz no se molest6 en lo mas minimo con la descortesia de Floria. Al contrario, se rio abiertamente y acept6 la copa que Floria le ofrecfa, y brindaron juntos.

Antes de que el doctor Diaz pudiera beber, Floria se adelant6 y se tomo el aguardiente de un trago: “iAh, hace tiempo que no probaba algo tan fuerte!”

Floria parecia disfrutar de la bebida.

El doctor Diaz se quedd paralizado por un momento antes de soltar una carcajada y también se tomo de un solo sorbo lo que quedaba en su copa.

A continuacion, Floria brindé de la misma forma con el doctor Diaz con las otras dos copas.

Con eso, la ceremonia estaba completa y Floria se convirti6 oficialmente en la Unica aprendiz del doctor Diaz.

“A partir de pasado manana, ve a mi instituto de investigacién para aprender medicina conmigo,” dijo el doctor Diaz, quien, habiendo aceptado una aprendiz, no perdié tiempo en empezar las lecciones..

"doctor Diaz, jcuéndo serfa conveniente ir a ver a Asier?” pregunté Elia con nerviosismo.

Habfa hecho todo eso para conseguir que el doctor Diaz hiciera una visita médica a Asier.

"¢Cual es la prisa? Arregla las cosas y voy alli mafiana por la mafiana,” respondi6 el doctor Diaz tras echarle un vistazo a Elia.

"Esta bien, mafana por la mafiana vendré a buscarlo,” dijo Elia.

“No hace falta, solo dame la direccién y yo iré por mi cuenta.”

Al oir eso, Elia fruncio ligeramente el cefio, preocupada por si algo salfa mal.

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Capitulo 1449

“No te preocupes, si prometi hacer algo, me prepararé adecuadamente y atenderé seriamente a tu esposo,* dijo el doctor Diaz, viendo la preocupacién de Elia y tratando de tranquilizarla.

Tras recibir la promesa, Elia se sinti6 mas tranquila: “Bien, entonces no le quitaremos mas tiempo. Hasta manana.”

Después de dejar la casa del doctor Diaz, Elia condujo directamente hacia el Hospital la Capital. Las palabras del policia de transito seguian resonando en su cabeza: Jimena habia tenido un accidente de coche la noche anterior y la situacion era grave.

Deberfa haber ido al Hospital la Capital lo antes posible, pero para conseguir una oportunidad de tratamiento para Asier, tuvo que dejar esa responsabilidad en manos de Orson por el momento. Orson todavia no le habia llamado y no sabia como estaba Jimena, lo que aumentaba la preocupacion

de Elia.

En el Hospital la Capital.

Orson llegd con la mayor rapidez posible.

Solo sabia que Jimena habia sido llevada al Hospital la Capital para recibir tratamiento, pero no tenfa idea de en qué parte del hospital se encontraba.

Entré corriendo al hospital y agarré a una enfermera, preguntando ansiosamente: “;Dénde esta Jimena Santos?”

La enfermera se asusté por su actitud tan nerviosa y le respondié réapidamente: “Sefior, por favor, cdlmese. Tenemos muchos pacientes en el hospital, si esta buscando a alguien, puede ir a la recepcion y preguntar.”

Orson sintié un latido en la sien, ddndose cuenta de que habfa perdido la compostura por la desesperacion.

El rApidamente solt$ el cuello de la camisa de la enfermera, con la respiracion entrecortada, y pregunté: “Anoche una mujer tuvo un accidente de coche y la trajeron a urgencias, esa mujer se llama Jimena Santos, ;en qué habitacion esta y como esta su situacion?”