¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1435

Capitulo 1435

El doctor Diaz se sintié un poco avergonzado por la insistencia de Orson, pero no pudo negarse a tomar otra copa. Levantaron sus vasos, chocaron y se bebieron el contenido de un solo trago. Orson tenia una habilidad especial con las palabras, y mientras bebfa con el doctor Diaz, lo hacia sentirse como si estuviera en la cima del mundo.

Cuando el encuentro estuvo por concluir y vio que el doctor Diaz estaba disfrutando plenamente. Orson trajo a colacion el tema mas importante de la noche.

“Doctor Diaz, con su espiritu de caridad y su dedicacion a salvar vidas, seguro no podria ver sufrir a un paciente en cama durante tres afios sin hacer nada, jverdad, doctor Diaz?"

Orson tenia los ojos brillantes, con una sonrisa etilica, mientras miraba al doctor Diaz.

Aunque el rostro del doctor Diaz estaba rojo por el alcohol, su mente se mantenia ltcida. Sabfa que Orson tenia un mensaje oculto en sus palabras y le dijo: “Sr. Salcedo, si tiene algo que decir, digalo directamente.”

“Entonces seré franco. Tengo un amigo, Asier, que tuvo un accidente hace tres afios y sufrié un dafio cerebral quedandose en estado vegetativo. Ha estado en cama todo este tiempo. doctor Diaz, usted es un maestro de la acupuntura, ¢podria tratarlo y curarlo?”

Al hablar, la mirada traviesa de Orson gand en seriedad y expectacion, aguardando la respuesta del doctor Diaz.

El doctor Diaz tenia una costumbre cuando trataba a sus pacientes: solo si él queria tratar a alguien, lo hacia.g2

De lo contrario, no aceptaba el encargo de tratarlo.

Como deca él solo trataba a aquellos con quienes sentia una conexién especial. Con tantas personas sufriendo en el mundo, no podia atender a todas; no era un santo viviente.

Asi que si iba a tratar a Asier o no, dependeria de si él queria hacerlo.

Orson habia esperado a estar en un ambiente alegre para hablar de eso, buscando persuadir al doctor Diaz al maximo.

"El Asier del que hablas, jes el mismo que las dos mujeres vinieron a mencionar anteayer?”, pregunté el doctor Diaz.

“Si, Asier no solo es el padre de los hijos de una de esas mujeres, sino también mi mejor amigo”, admiti6 Orson sin ocultar nada.

“Una de esas mujeres ya es madre, y la otra sigue soltera. La que est4 soltera me confesé sus sentimientos anteayer y todavia estoy esperando su siguiente paso. Ese asunto, Sr. Salcedo, mejor no se meta”, dijo el doctor Diaz con una sonrisa nostalgica, y se levanté para irse.

Orson se sobresaltd, se puso ltcido de repente.

;Qué estaba insinuando el doctor Diaz?

;Le interesaba Jimena?

“Doctor Diaz, espere, esclicheme...”, Orson se apresuro a seguir al doctor Diaz, intentando detenerlo.

Apenas habfa dado un par de pasos cuando choc contra la espalda del doctor Diaz, quien se habia detenido abruptamente.

Antes de que pudiera hablar, vio que el doctor Diaz miraba fijamente al frente. Siguiendo su mirada, Orson vio a dos mujeres paradas en el camino.

Elia, que era esbelta y de estatura media, vestia unos jeans a la moda y una camisa blanca metida por un lado en el cinturén, luciendo inocente y elegante.

Su aire de pureza y distincién era como el de un loto rojo inmaculado.

A su lado estaba Jimena, que era ligeramente mas baja, con el cabello rizado de color azul verdoso cayendo sobre sus hombros, vistiendo jeans de pierna ancha y un top de moda en color marron, con una chaqueta ligera como prenda exterior, Era un estilo casual pero sensual,

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Ellas bloquearon el camino del doctor Diaz.

Elia tenia un semblante serio, mientras que Jimena sonrefa de manera picara y les saludé con la mano, diciendo: “Hola, doctor Diaz, qué coincidencia encontrarnos tan pronto, parece que estamos predestinados.”

El doctor Diaz sonri6 con humor y sabiduria en sus ojos al mirar a Jimena y dijo: “Si, es una coincidencia. Eso de “destino’ no significard que me ha seguido para continuar con su declaracion, ;verdad?”

“¢Qué?” La sonrisa fingida de Jimena se congel6 en su rostro.

Capitulo 1436

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